viernes, 4 de diciembre de 2015

LA MIRADA DEL SÍNODO (2)

CON OJOS DE ÁGUILA (2)
  
-LA DEFINICIÓN: mirar con ojos de águila es ser capaz de detectar hasta los mínimos detalles con una profundidad  excelente.

-EL ORIGEN: Los ojos del águila ven desde lejos hasta las cosas más diminutas para traerlas a la cercanía y supervisarlas con buena resolución.

-APLICACIÓN AL SÍNODO: trabajar los temas del Sínodo con OJOS DE ÁGUILA es reflexionar con ánimo de ser profundos pero valorando las pequeñas aportaciones, los gestos aparentemente insignificantes, los pequeños detalles y avances de las personas que participan en el grupo sinodal con una profundidad de vida excelente.
         
-PROPUESTAS: con  vista de águila hay que valorar los pequeños detalles de renovación que ya están surgiendo en nuestras comunidades para el anuncio del evangelio y la transmisión de  la fe a niños, jóvenes y adultos. A veces son tan pequeños que no se dan a conocer porque se piensan que no son espectaculares como los que van arropados de boato o de largas tradiciones de siglos, o quizá porque no sabemos ver la grandeza de la pequeñez de la levadura o de la diminuta semilla de mostaza.

-ACTITUDES:
           El Sínodo nos da la oportunidad de afrontar todo en profundidad, sin dejar pasar los detalles ya sean los errores más pequeños para corregirlos, como los pequeños aciertos apenas visibles para valorarlos.
          Al evangelista San Juan se le representa con un águila porque su manera de describir el pensamiento de Jesús es al detalle de profundidad. Nosotros no pretendemos llegar a tanto pero vamos a exigirnos concretar al máximo nuestras ideas y proyectos de renovación personal, estructural y diocesana, para no irnos por las ramas.
Con lo que tenemos hay que construir el futuro.


Y tú,  ¿cómo ves la profundidad de la fe con ojos de águila?

Hasta la próxima semana.

TINO ESCRIBANO RUIZ



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