Entré en una tienda óptica y me compré unas gafas oscuras para protegerme del sol; pero
mi interior me decía que me engañaba, pues eran para esconder mi identidad.
Entré en una tienda
óptica y me compré una gafas para mi
vista cansada; pero mi interior me decía que me engañaba, pues eran para tapar los cansancios de la vida que no
quiero afrontar.
Entré en una tienda óptica y me compré unas gafas para ver de lejos; pero mi conciencia me decía que me
engañaba, pues eran para tener lo más
lejos posible los problemas que me rodean, sin querer afrontarlos.
Entré en una tienda óptica y me compré unas gafas con cristales de espejo para
protegerme de las miradas ajenas; pero mi conciencia me decía que eran para ocultar mi frialdad e indiferencia
ante los demás.
Entré en una tienda
óptica y me compré unas gafas tridimensionales
para soñar con la realidad como me gustaría que fuera; pero mis pensamientos me
decían que era una manera de seguir
soñando inútilmente sin hacer nada para conseguir mis ideales.
Entré en una tienda óptica y me compré unas gafas progresivas para ver al mismo
tiempo lo de cerca y lo de lejos; pero me asusté cuando me temblaron las
piernas al empezar a caminar. Solo yo sabía que prefería seguir con mi pensamiento en las nubes y no me sirvieron para
nada.
Me acerqué a una comunidad
cristiana llevando mi colección de gafas para conocer los misterios de la vida;
pero descubrí que me sobraban todas ellas, pues las personas miraban cada
situación de su vida con la mirada de la fe en Jesús.
Siguiendo el Evangelio se adquiere la posibilidad
de tener una mirada transparente, para corregir la vista de todas las miradas
extraviadas.
¿Desde dónde te sitúas?
Puedes hacer un comentario debajo
de este escrito y te responderé.
Hasta la próxima semana.
Tino Escribano Ruiz
de este escrito y te responderé.
Hasta la próxima semana.
Tino Escribano Ruiz
Así solemos ir, con gafas de corcho que nos tapan los ojos y no nos dejan ver nada de la realidad.
ResponderEliminar¿Por miedo no nos las quitamos?.
Eluva
Nos paralizan los miedos y nos engañamos a nosotros mismos . Hay que decir basta ya.
EliminarHay que ir con la mirada interior al descubierto y afrontar la realidad con los ojos de la fe.
ResponderEliminarA.M.
Las gafas que llevamos pueden distorsionar aquello que vemos.
ResponderEliminarCon las gafas de la fe podemos hacer frente a los problemas que nos vienen, pues no sólo aportan capacidad para mirar "más allá". También nos dan la fuerza para abrir bien los ojos.
Me gustaría saber qué es eso del más allá y cómo se consigue esa fuerza.
ResponderEliminarUN DUDOSO. H.G
No me refería "al más allá", sino a mirar "más allá de nuestras propias narices", "más allá de mirarme el ombligo", "más allá de mi propia comodidad"... y con esa fe, tener fuerzas para abrir los ojos y ver a Jesús en las personas que están a mi/nuestro alrededor.
EliminarGracias, ahora lo entiendo y me has ayudado a orientar mi vida.
EliminarH.G
Yo creo que si pones tu mirada en las enseñanzas que nos ofrece esas maravillosas lecturas que tenemos todos a nuestro alcance y eres capaz de comprender y llevar a cabo toda esa sabiduria que en ellas se encuentran,no necesitamos gafas para ver ,solo necesitamos corazon para sentir
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