Ahora añoro la capacidad de sorpresa de mi tierna infancia, pero ya no confío
en los muñecos de Eurodisney. Busco la confianza que manifiesta un niño cuado te agarra fuerte de la mano.
en los muñecos de Eurodisney. Busco la confianza que manifiesta un niño cuado te agarra fuerte de la mano.
Ahora añoro los regalos de mi infancia, cuando me sorprendían con el regalo que siempre había soñado. Pero ya quedaron en un rincón, abandonados. Busco la confianza que manifiesta un niño cuando disfruta porque siente el cariño como el mejor regalo.
Ahora añoro la ternura más sutil del beso a la familia en aquellos años de mi infancia. Pero ya todo lo veo falso como besos de Judas, interesados. Busco la confianza que manifiesta un niño cuando reclina su cabeza para dormirse sobre tus hombros, totalmente abrazado.
Ahora añoro la experiencia del riesgo en aquellos juegos de la infancia sin miedo a salir descalabrado. Pero ya todo eso se acabó, pues con dinero lo tengo todo asegurado. Busco la confianza que manifiesta un niño cuando se lanza al vacío porque no duda en la seguridad de quien le acoge entre las manos.
Ahora añoro el mundo de fantasía y de magia con el que viví mil aventuras con los cuentos de antaño. Pero me decepcioné cuando vi que la riqueza no está de mi lado. Busco la confianza que manifiesta un niño cuando se sienta sobre tu regazo para volver a escuchar el mismo cuento que tantas veces le has contado.
Me acerqué a una comunidad cristiana y encontré a personas que viven felices poniendo su confianza en un Dios al que llaman Padre
que les ama con la ternura de una madre que siempre está a su lado.
Jesús, como hermano mayor, tiene la capacidad para sorprenderte haciendo que tus añoranzas del pasado se transformen en nuevas vivencias del futuro.
El Evangelio marca la ruta para vivir con emoción la experiencia de confiar en el proyecto de Dios con la actitud del niño, pero con la madurez de un adulto.
¿Desde dónde te sitúas?
Puedes poner tus reflexiones en "comentarios", que está debajo de cada escrito en el blog.
Hasta la próxima semana.
Tino Escribano Ruiz
despues de leer tu propuesta esta semana ,me estoy dando cuenta que ya no necesito o por lo menos no los añoro,los recuerdos ,no ya de mi infancia ,tampoco de una vida mas reciente ,pues desde que entre a formar parte de la comunidad cristiana ,que la tenia un poquito alejada de mi,he vuelto a ser la persona mas dichosa del mundo,con todo lo que la vida conlleva,pues veo todo desde otra perpestiva.Soy mas positiva y veo que las palabras de JESUS me reconfortan ante cualquier adversidad.Hasta la proxima
ResponderEliminarEres muy valiente al hacer tal afirmación. De todas maneras enhorabuena, pero no olvides nunca lo que forma parte de tuu historia de ayer para amar tu historia de hoy.
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