sábado, 14 de marzo de 2015

¡LEVÁNTATE CON EL SÍNODO! (1)


EL DESPERTADOR…       de la vida. 
         
Tic-tac-tic-tac… Riiiiinnngggg…

Es la una. El reloj señala la hora de despertar la mente del adulto para afrontar las responsabilidades de la vida, que continúan en el nuevo día.
Hay que despertar la mente del niño, dormida por el excesivo proteccionismo de los padres.        
Hay que despertar la mente del adolescente, dormida por la mala costumbre de conseguirlo todo con el mínimo esfuerzo. Hay que despertar la mente del joven, dormida por el conformismo, debido a la ausencia de ideales.

Son las dos. La hora de despertar los sentimientos dormidos: los de la bondad para ver más allá de lo inmediatamente rentable. Los sentimientos de amistad para dominar el afán de utilizar a los demás según los propios intereses. Hay que despertar los sentimientos de  familia para dedicar con ternura, lo mejor, a la siempre querida familia.

Son las tres. La hora de despertar el ambiente de las casas: la casa de los abuelos, para que adquiera un sentido de hogar. Las casas de cultura, para que adquieran la vitalidad del vecindario. Hay que despertar las casas de los pueblos, para recuperar el sentido de pertenencia a una comunidad que forma parte de tus raíces más profundas.

Son las cuatro. La hora de despertar la música que llevas dentro para emprender un día con ilusión y esperanza.

Son las cinco. La hora de despertar la actitud crítica hacia uno mismo, para proyectar lo que todavía se puede mejorar.

Son las seis. La hora de despertar a los educadores para innovar las formas de despertar los ideales sociales en los niños y jóvenes para que hagan un mundo mucho mejor que el que han  recibido.
Son las siete. La hora de despertar el ingenio del empresario para que invierta sus ganancias en proyectos que generen nuevos puestos de trabajo.

Son las 8. El reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar a las comunidades cristianas para percibir con mirada de la fe, los  ambientes de la vida que nos rodea. Es la hora del Sínodo: la hora de despertar, todos, a un nuevo día para reinventar la vida de la iglesia con creatividad y para que la fe crezca en el diálogo con la vida, llenando de sabiduría las mentes de los presentes y futuros cristianos.

          Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar, y, el resto, para vivir. ¡LEVÁNTATE y VIVE el Sínodo! PARTICIPA en él: buscando, renovando y fortaleciendo tu fe. Tú eres también el despertador que todos necesitamos, para que la iglesia sea un recinto de paz, de justicia y de amor para seguir esperando.                  
¿A qué hora pondrás hoy tu despertador? 

   Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com

                               ¡Hasta la próxima semana!


                                  Tino Escribano Ruiz.



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