Tic-tac-tic-tac…
Riiiiinnngggg…
Es la UNA: El
reloj señala la hora de despertar a la FAMILIA ACTUAL para que salga del anonimato y participe en asociaciones cívicas y políticas. Es urgente que las familias sean
valoradas como fundamento de la sociedad y no solo como clientes de las cadenas
de consumo.
Son las DOS: la
hora de despertar el CORAZÓN de la
familia, pues representa la felicidad conseguida con lo que no se compra
con dinero. Es urgente para que lo material
no sea el único baremo para evaluar el
índice de felicidad.
Son las TRES: la
hora de despertar la imaginación y la creatividad
de la familia para que invente con sus hijos los mejores momentos de ocio, de
diversión y de tiempo libre que no consisten en coleccionar los miles de artilugios
tecnológicos, propios de los anuncios de
la TV sino en invertir en la familia, con la “magia de tu ser” que está por dentro.
Son las CUATRO: es
la hora de despertar a la familia actual
para que la valoración que hace del medio ambiente, la salud, los amigos, el
trabajo… vayan más allá de las palabras.
Son las CINCO. La
hora de despertar la valoración de la mujer en la familia, que
no es más mujer por las horas que pasa trabajando en casa o fuera de casa, por
necesidad o sin ella, por dinero o sin dinero. Tampoco es más mujer, ni más
libre, por imitar los modos de vida masculinos, sino por la capacidad de tomar decisiones compartidas que ayuden a asumir
las responsabilidades de todos los
miembros de la familia.
Son las SEIS. La
hora de despertar los buenos sentimientos
para calmar las tensiones que no lleven
a rupturas de la familia, sino al aprendizaje de controlar las emociones
para dialogar y volver a diseñar el
proyecto de vida de cada familia, donde caben todas las diferencias cuando
confluyen hacia un bien común.
Son las SIETE. Es
la hora de despertar para defender los derechos
de la vida no-nacida, que no es propiedad ni un apéndice del cuerpo de una
mujer, sino responsabilidad del hombre y de la mujer en igualdad de condiciones
y de decisiones para que la vida siga adelante.
Son las OCHO. El
reloj de la torre de la iglesia
señala la hora de despertar a la
comunidad cristiana del catolicismo tradicional, para que no caiga en la
trampa de reducir la fe a los sentimentalismos y a las devociones privadas. Es urgente dar paso a la fe de la familia
actualizada, dispuesta a renovar la formación religiosa de los
niños y jóvenes del hoy para aprender a fortalecer la fe ante la
indiferencia religiosa. Es urgente
un entorno familiar favorable para
el crecimiento de los carismas y vocaciones
ministeriales al servicio de la comunidad.
Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar;
y el resto de horas,
para vivir.
¡LEVÁNTATE! VIVE el Sínodo y PARTICIPA como FAMILIA
La tuya puedes ser el
despertador que necesitamos.
¿A qué hora pondrás hoy, tu despertador de la FAMILIA?
Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
¡Hasta la próxima
semana!
Tino Escribano Ruiz
Hoy me he levantado a las 6 , me he puesto a pensar en esas familias separadas por nimiedades, por discusiones entre generaciones, que ni siquiera intentan ponerse de acuerdo en lo más pequeño.
ResponderEliminarCreo que hay que procurar, en primer lugar, oír sin interrumpir y en segundo lugar hablar con naturalidad y con confianza, poniendo el corazón en que tus palabras no hieran ni confundan
Hay familias, y creo que todos conocemos algún caso, que son capaces de no hablarse entre ellos por cuestiones de herencia! El dios dinero! ¡Que poco amor se nota en ellos. cuando son capaces, incluso de no volver a hablar con sus padres! Como pata pedirles que hagan algo por alguien que no conocen!
Para mi, una familia, es una unión de valores y sobre todo de amor y comprensión, de entendimiento y de ayuda de unos hacia los otros en cualquier situación.
Una familia unida es el mejor consuelo ante cualquier problema y la mayor alegría cuando se comparten cosas buenas.
Hay que saber respetar a cada cuál, sea cual sea su opinión o su forma de actuar, no debemos creer que siempre tenemos la razón en todo. Hablemos serenamente, con el corazón y sin querer imponer nada a nadie, sólo así seremos una FAMILIA.
Flor.
Me parece fundamental que familias que eduquen a sus hijos e hijas en el COMPROMISO, en el ESFUERZO, en la TOLERANCIA, con compartan tiempo de calidad, que sepan escucharse, que aprendan a compartir.
ResponderEliminarLa familia es el germen de la sociedad y y la sociedad es el reflejo de la familia.
Tendremos una sociedad que se parecerá a las familias que la formen
Estoy totalmente de acuerdo. Con reflexiones así el mundo es un poco mejor. Qué casualidad que son dos mujeres las pensadoras. No es machismo sino constatación de que la mujer piensa màs que muchos hombres. Enhorabuena.
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