Miré a mi alrededor
y el SEMÁFORO EN ROJO me prohibía seguir adelante. Interpreté que hace falta defender la vida. Cuando se puso en
verde seguí mi camino.
Llegué a un cruce
peligroso y la señal de STOP me obligó a parar hasta ver despejado el
camino. Interpreté que es necesario proteger
la vida. Cuando tuve seguridad, decidí continuar mi ruta.
Entré en un túnel
y vi una señal que me obligaba a encender las LUCES. Interpreté que es preciso
alumbrar los trayectos oscuros de la
vida. A la salida tomé la decisión de llevarlas
siempre encendidas.
Al final de la calle
vi que la señal de CEDA EL PASO me obligaba a dar prioridad a quienes van por la otra ruta. Interpreté que hay
que dar importancia a la vida de los
demás. En la vía principal sentí que mi
vida es importante para los demás.
Percibí en la
carretera la señal de la LÍNEA CONTINUA que me obligaba a quedarme en mi carril. Interpreté que
la paciencia forma parte de la vida
y esperé la línea adecuada para realizar
el adelantamiento.
Observé la señal del LÍMITE DE VELOCIDAD que me obligaba a frenar mi rapidez. Interpreté que las prisas no son buenas compañeras y
tomé mis precauciones.
Entré en la CURVA PELIGROSA que me obliga a poner a tope todos los sentidos.
Interpreté que era una señal para emplear
serenidad en los peligros de la
vida. Al salir de ella afiancé mis seguridades.
Llegué a una comunidad cristiana y
descubrí que todas las señales me invitaban a seguir la dirección de conducir
mi vida hacia la meta de hacer el bien a los demás. Jesús marca el camino con
informaciones precisas, sin más obligaciones que las que cada cual se imponga a
sí mismo, por amor a los demás.
El Evangelio no es como un código de
señales de circulación; es la esencia para interpretar las señales de la vida
que conducen a que la humanidad tenga más vida.
¿Desde dónde te sitúas?
Puedes poner tus
reflexiones en "comentarios", que está debajo de cada escrito en el
blog.
Hasta la próxima semana.
Tino Escribano Ruiz
Intento situarme siempre al lado de Jesús, estoy de acuerdo que es importante estar dentro de una comunidad cristiana para afianzar, madurar y crecer en la fe, por eso estoy en una de ellas y aunque a veces no sea fácil, intento estar vigilante y dispuesta a seguir aprendiendo a amar, perdonar, escuchar, comprender, acompañar, ser compasiva, solidaria, tener delicadeza, no juzgar .... en fin a seguir el camino que Jesús empezó. Rosario
ResponderEliminarBienvenida al blog,Rosario. Tu refleciòn es muy profunda. Gracias por tu testimonio y tu constante búsqueda sincera.
ResponderEliminarJ.M. López.
Gracias por tu acogida, cuando pueda haré mi reflexión. R
EliminarBuena reflexion tenemos ,en el sentido de colocarte en el sitio adecuado .Yo, me voy a la comunidad cristiana que es desde donde no hay problema de equivocacion.Puedes mirar todas las opciones y estar en la seguridad de coger siempre la que te acerca mas a la solucion perfecta ,si miras la vida con la mirada de JESUS .Seguro que ni semaforos ni stop ni una barrera se te va a poner delante pues tendras SU mano siempre para guiarte.Hasta la siguiente.
ResponderEliminarGracias por tu reflexión ,como.siempre muy acertada porque recoges tu ecperiencia.
ResponderEliminarYo pienso que también hay que aprender a interpretar las señales de fuera, las de la vida diaria, y sobre todo cuando nos va mal. Cómo ver en el dolor que Dios también te acompaña y te ayuda?
A.M. LUENGO.
Efectivamente el, evangelio que nos enseña Jesús; es como el codigo de la circulación, nos dice lo que tenemos que hacer ó no, pero no siempre lo cumplimos.
ResponderEliminarPor eso es muy importante acercarse a una comunidad religiosa, a la que podríamos comparar con una autoescula donde nos enseñan lo que devemos hacer para y por nuestro bien.
J.M.
Yo me sitúo perdida. Por creer en Dlos y ser "joven" y practicante me llaman rara. En la iglesia donde me muevo...no encajo...pero sigo buscando el camino, paso a paso...llegaré.
ResponderEliminarMe gusta leeros, leer a mi gente desde estas tierras del norte.
Gema