jueves, 29 de mayo de 2014

28.-PROPONER LA FE CRISTIANA… en la dignidad de la mujer.

-Entré en un quirófano y la experta en cirugía era una mujer. Esto era un sueño inalcanzable, pero en la profesionalidad de su trabajo no hay nada indigno de la mujer.

-Formé parte de un equipo de investigación del mayor alto grado intelectual universitario. Al frente de las decisiones había una mujer.  Esto era una meta inalcanzable; pero en ser inteligente y organizada no hay nada indigno de la mujer.

Trabajé en una fábrica de automóviles, y la coordinadora de todo el proceso de ingeniería era una mujer. Esto era una meta inalcanzable, pero en ser la más segura en sus responsabilidades no hay nada indigno de la mujer.

Investigué en las asociaciones humanitarias, y el  mayor número de activos era de  la mujer. Desde siempre su corazón inagotable ha llenado de ternura a los más necesitados, con su dignidad de mujer.    
                              
Entré en una institución organizada únicamente por varones, cuyas normas de pertenencia eran exclusivas para los que tenían los atributos propios de su género. Me di cuenta de que allí se ponían fronteras a la dignidad humana.
                                       
  Me acerqué a una comunidad cristiana, cuyos principios ofrecen la igualdad de derechos y oportunidades dando dignidad a todas las personas como hijos de Dios, sin excepción de nada, por encima de nacer varón o mujer. Y encontré la presencia mayoritaria de la mujer: educando a los niños, acompañando a los enfermos, atendiendo a los pobres,  acogiendo a los inmigrantes, alentando iniciativas, frecuentando las celebraciones, proponiendo la fe… elevando la dignidad de otras personas.

Y me pregunté: ¿para cuándo estarán preparados los rostros masculinos de la comunidad para aceptar que la presidencia de Jesús, que nos reúne en su nombre, pueda tener también rostro de mujer como lo tuvo, María, en el sublime misterio, y ministerio, de darle cuerpo a Jesús en la vida terrena?

 Siguiendo la novedad del Evangelio se superarán  las tradiciones y reticencias que nos congelan en formas organizativas del pasado; y se abrirán para la mujer caminos nuevos, sin diferencias ministeriales con el varón, que quiten las fronteras que impiden el desarrollo de su total dignidad.


¿Desde dónde te sitúas?

Puedes poner tus reflexiones en "comentarios", que está debajo de cada escrito en el blog.


Hasta la próxima semana. 


 Tino Escribano Ruiz

14 comentarios:

  1. Todavía queda mucho camino que recorrer para que, nuestra sociedad y nuestra Iglesia que esta dentro de ella, trate a la mujer con dignidad y reconozca todos sus derechos en la práctica, de palabra esta casi todo dicho, partiendo de aquí, hago una especie de oración ahora que los cristianos estamos cerca de celebrar Pentecostés, pido al Espíritu de Jesús que, nos de fuerza para no tener miedo a renovarnos y dejar costumbres y tradiciones que ya, no nos ayudan a crecer en el camino que Él empezó, le pido que sigamos su ejemplo y no nos olvidemos de como trató a la mujer, con qué dignidad, fuerza y que valentía le dio, tanto que ellas no lo abandonaron en la cruz y fueron las primeras en creer en su resurrección, pido que nos ayude a que nuestra Iglesia sea quien tome la iniciativa de ir mejorando en igualdad, en dignidad en derechos .... a la sociedad, pido que nos de fuerza para seguirlo siempre y hacer día a día un mundo mejor. R

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Magnífica reflexión. Demuestra un gran respeto y al mismo tiempo la gran valía de la mujer en el cristianismo. Algún día será posible totalmente.
      GRACIAS.

      Eliminar
  2. Para mi todos somos iguales ante Dios y el que crea lo contrario, va en contra de Dios.
    Es una pena que en las comunidades, sea el número muy superior el de Mujeres a hombres y no se permita a la mujer ciertos cargos. !Ya está bien ! como si las cosa de Dios no fueran cosas de hombres y de mujeres.
    HOMBRES, ESPABILAROS.
    J.M.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso de espabilarse se lo tienes que decir a los hombres de la iglesia católica,pues los demás ya nos hemos rspabilado.
      Luis García

      Eliminar
  3. Todos somos diferentes, todos somos personas, todos somos iguales, nadie debe creerse superior a otro por nada, por tanto, si estamos preparados todos podemos desempeñar los mismos trabajos y asumir las mismas responsabilidades, pero es muy difícil perder derechos adquiridos,aunque haya sido injustamente o bajar en el bienestar personal a pesar de que sea a costa del sacrificio de otra persona, siempre es más complicado ir a peor, sin embargo, si fueran valientes y trabajasen en igualdad, a lo mejor descubrían la satisfacción personal y una alegría desconocida que les recompensaría.Ah! para eso hay que desterrar el egoismo y la soberbia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En las comunidades y en la iglesia hay que desterrar mucho egoismo y mucha soberbia .

      Eliminar
  4. Las mujeres de nuestra Iglesia ¿Por qué no damos nuestra opinión a nuestros "jefes"?. Preferimos ver cómo nuestras hijas, hermanas, familiares y amigas se alejan de todo lo que huela a ausencia de oportunidades, a falta de escucha, a perfeccionismo inalcanzable, ... y con ellas, se alejan sus hijos, familias... ??
    No puede ir la realidad de la vida por un lado y la Iglesia de Jesús por otro. Lo uno y lo otro deben ir al compás.
    ¿Por qué no se oyen nuestras voces?

    ResponderEliminar
  5. La mujer ,como ser humano que es ,siempre ha estado en la sociedad,lo que ocurre ,o por lo menos ocurria,es que el hombre ,simplemente por ser mas fuerte fisicamente,creia que tenia que dominar y digo creia porque ya se estan dando cuenta que donde hay una mujer todo funciona mejor . Tienen mas capacidad de trabajo,mas capacidad de amar,de darlo todo por algo .Por eso la mujer puede hacer todo ,salvo ecepciones, en cambio al hombre no se le pueden pedir ciertas responsabilidades porque no saben.Me parece que me estoy llendo por las ramas,perdoname pero cuando veo lo que veo me molesta que todavia haya hombres que no entiendan lo que valemos ,y yo me incluyo.Si alguno no esta conforme ,lo siento ,pero es mi opinion y sino que se vengan a la parroquia y hacemos un debate que seguro que seria muy interesante.Perdon si he ofendido a alguien.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, eso de que un hombre es menos responsable qu unamujer, no me va para nada. La responsabilidad no va con el sexo sino von el seso.
      Hombre y mujer diferentes, pero con las mismas responsabilidades, también en la iglesia.
      Juan Acedo.

      Eliminar
  6. En pleno siglo XXI la Iglesia tiene que cambiar su mentalidad y dar a las mujeres las mismas oportunidades que le da la sociedad, de lo contrario, acabará expulsando también a las mujeres de su seno.
    Es incomprensible que quien siempre ha estado ahí, ayudado, colaborando, no tenga ahora, ni haya tenido nunca, ningún poder de decisión dentro de la Iglesia. Y más aún, cuando Jesús trataba a las mujeres como a sus iguales.
    Es incomprensible que la Iglesia se agarre a ritos y tradiciones cuando Jesús siempre quiso romper con todo lo que fuera "encorsetamiento", atadauras, con todo lo que deshumanizaba a las personas.
    Esperemos que los nuevos vientos barran las telarañas de las mentes de los que no quieren de ninguna manera que esto suceda (y los que no quieren son tanto hombres como mujeres).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy de acuerdo contigo. Me gusta tu audacia y tu manera de decir las cosas con razonamientos positivos.
      Gracias por ayudarme a pensar.
      L. SERENO

      Eliminar
  7. Estoy de acuerdo contigo. Las tradiciones han podido a los grandes principios Pero hay que volver a las grandes ideas de Jesús.
    S. López.

    ResponderEliminar
  8. A través de esta magnífica ventana observé mujeres expertas en cirugía, inteligentes en la investigación, segura en sus puestos de trabajo y sufriendo por los límites impuestos por ser mujer… y pensé en mi Comunidad Cristiana. Allí no se ponen límites; es una comunidad segura, inteligente, experta, acogedora, entregada en cuerpo y alma a los demás, sencilla, humilde, trabajadora y cuyos principios ofrecen la igualdad de derechos y oportunidades a la mujer. Eso me hizo pensar en” la Virgen María, en el sublime misterio, y ministerio, de darle cuerpo a Jesús en la vida terrena.”
    Amélie Durand

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muy buena reflexión, pero todavía queda mucho ppe hacer.Ser varón o ser mujer no debe ser pretexto para hacer recortes en los derechos humanos y divinos.

      Eliminar