EL
DESPERTADOR… DE LAS CONGREGACIONES RELIGIOSAS (11)
Tic-tac-tic-tac…
Riiiiinnngggg…
Es la UNA: El
reloj señala la hora de despertar la
dimensión PROFÉTICA de las congregaciones religiosas, como don especial que
va abriendo caminos y anticipándose a
los tiempos, renovando la iglesia
diocesana con fidelidad al evangelio.
Son las DOS: la
hora de despertar la vivencia FRATERNA
de las congregaciones religiosas porque son comunidades abiertas,
sencillas, alegres, acogedoras, serviciales, que nos enseñan a vivir con estilos de familiaridad.
Son las TRES: la
hora de despertar la AUDACIA de las
congregaciones religiosas porque con su
testimonio de no poseer bienes materiales, se ofrecen como personas para enriquecer de humanidad a quienes la han perdido en las viejas y nuevas pobrezas
que nos rodean.
Son las CUATRO. Es
la hora de despertar la ESPERANZA de
las congregaciones religiosas porque,
viviendo al extremo el estilo de
vida de las bienaventuranzas, son la
levadura y el grano de mostaza que impulsan a la sociedad hacia proyectos de
justicia y solidaridad.
Son las CINCO. Es
la hora de despertar los CINCO SENTIDOS de
las congregaciones religiosas para que sigan superando la nostalgia de
sus actividades propias con sus estructuras y costumbres tradicionales de
otras épocas que ya no sirven para
el mundo actual, ni mantienen el carisma
profético e innovador por el que en
sus orígenes nacieron.
Son las SEIS. Es
la hora de despertar la CREATIVIDAD y el
CORAGE de las congregaciones religiosas porque con su testimonio de vida y de fe en Jesús, siguen generando entusiasmo y suscitando el atractivo que
generará en los jóvenes la decisión por
implicarse en sus comunidades para
vivir el estilo de vida que desde ellas se propone.
Son las SIETE. La
hora de despertar la capacidad de INTERIORIZACIÓN
de las congregaciones religiosas en
su experiencia de confianza en Dios y de retiro para apartarse de lo
mundano pero no de los problemas del
mundo; porque así en las comunidades parroquiales aprenderemos a amar a las personas sin límites (amor-castidad); a compartir nuestros bienes materiales
y personales (bienes-pobreza); a seguir
con fidelidad el Evangelio de Jesús (responsabilidad-obediencia).
Son las OCHO. El
reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar la ORACIÓN y la
ACCIÓN pastoral de
las congregaciones religiosas aportando
sus carismas peculiares en la INTEGRACIÓN A LAS PARROQUIAS para fortalecernos
mutuamente con su dinamismo espiritual, creciendo
en formas de pastoral conjunta y dando
vigor a las comunidades de la iglesia donde han sido acogidas.
Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar;
y el resto de horas,
para vivir.
¡LEVÁNTATE! VIVE el Sínodo y PARTICIPA
con el carisma especial de tu congregación religiosa.
Tú puedes ser el reloj
que haga despertar los estilos proféticos
que necesitamos.
¿A qué hora pondrás hoy, el despertador de las CONGREGACIONES RELIGIOSAS?
Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
¡Hasta la próxima
semana
Tino Escribano Ruiz
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