MANOS DE ACOGIDA
-EL PULGAR:
Con el dedo pulgar
hacia arriba celebro el éxito de la acogida
en las personas que tienen la actitud que favorece la cultura del encuentro entre dos o más personas que no miran su procedencia ni situación
social para valorarse o discriminarse, sino que son capaces de mirar debajo de
la piel y verse con la misma dignidad
humana.
Con el dedo pulgar
hacia abajo expreso mi repulsa
hacia las personas e instituciones sociales
que manifiestan su prepotencia tratando a los demás con frialdad y distancia, y
sobre todo a los más necesitados, mandándoles de acá para allá sin
consideración ni respeto a su dignidad
de personas.
-EL ÍNDICE: Señalo
con el dedo índice a la reciente memoria anual de Cáritas diocesana para destacar
la maravillosa tarea social cristiana en la que se ha atendido a 2254 personas.
Se han invertido 377.168 euros. Se han beneficiado 6987 personas, y un gran
número de voluntarios de las Cáritas parroquiales son testigos de ello.
-EL CORAZÓN: Tenemos
manos de acogida cuando el corazón se abre para que la persona se sienta
escuchada en un clima de serenidad y
confianza donde pueda expresar sus sentimientos y necesidades. En los grupos del sínodo aprendemos a abrir implicarnos
en el compromiso social y caritativo de
la iglesia en la sociedad de hoy. Lo vives así cuando tu mano y tu corazón
se abren para dignificar a cada persona con el máximo respeto, sin crear
dependencia.
-EL ANULAR: El anillo
de la acogida se lo lleva cada grupo de
Cáritas parroquial y todas las manos de las personas que han sido atendidas, pues mutuamente nos
damos acogida en las actividades de información, de escucha, asesoramiento y
coordinando proyectos de promoción y desarrollo humano.
-EL MEÑIQUE: Sigue habiendo necesidades de acogida pues aunque en
teoría seamos iguales en dignidad, en la vida práctica abundan las
desigualdades pues no hay para todos las mismas oportunidades. Tenemos que seguir con las manos en la
masa social. Por tanto continuaremos escuchando, tramitando, ofreciendo
recursos, coordinando, observando... para que el meñique, o el más débil, siempre
tenga a alguien que le eche una mano favoreciendo su proceso de desarrollo
personal y social.
Nos queda mucha tela
que cortar para abrir las manos a la acogida;
pero
si hoy ya nos atrevemos a meter las manos en la masa social
iremos por buen
camino.
Desde tu fe cristiana
¿qué te sugiere meter las manos
en la masa de la ACOGIDA ?
Cuéntalo en: florentinoescribano@yahoo.es
Hasta la próxima
semana.
TINO ESCRIBANO RUIZ
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