viernes, 26 de febrero de 2016

EL SÍNODO - CON LAS MANOS EN LA MASA SOCIAL 2

MANOS DE ACOGIDA 

-EL PULGAR:
Con el dedo pulgar hacia arriba celebro el éxito de la acogida en las personas que tienen la actitud que favorece la cultura del encuentro entre dos o más personas que no miran su procedencia ni situación social para valorarse o discriminarse, sino que son capaces de mirar debajo de la piel y verse con la misma dignidad humana. 
Con el dedo pulgar hacia abajo expreso mi repulsa hacia las personas e instituciones sociales que  manifiestan su prepotencia tratando a los demás con frialdad y distancia, y sobre todo a los más necesitados, mandándoles de acá para allá sin consideración ni respeto a su dignidad de personas.

-EL ÍNDICE: Señalo con el dedo índice a la reciente memoria anual de Cáritas diocesana para destacar la maravillosa tarea social cristiana en la que se ha atendido a 2254 personas. Se han invertido 377.168 euros. Se han beneficiado 6987 personas, y un gran número de voluntarios de las Cáritas parroquiales son testigos de ello.  

-EL CORAZÓN: Tenemos manos de acogida cuando el corazón se abre para que la persona se sienta escuchada en un clima de serenidad y confianza donde pueda expresar sus sentimientos y necesidades. En los grupos del sínodo aprendemos a abrir implicarnos en el compromiso social y caritativo de la iglesia en la sociedad de hoy. Lo vives así cuando tu mano y tu corazón se abren para dignificar a cada persona con el máximo respeto, sin crear dependencia.

-EL ANULAR: El anillo de la acogida se lo lleva cada grupo de Cáritas parroquial y todas las manos de las personas que han sido atendidas, pues mutuamente nos damos acogida en las actividades de información, de escucha, asesoramiento y coordinando proyectos de promoción y desarrollo humano.

-EL MEÑIQUE: Sigue habiendo necesidades de acogida pues aunque en teoría seamos iguales en dignidad, en la vida práctica abundan las desigualdades pues no hay para todos las mismas oportunidades. Tenemos que seguir con las manos en la masa social. Por tanto continuaremos escuchando, tramitando, ofreciendo recursos, coordinando, observando... para que el meñique, o el más débil, siempre tenga a alguien que le eche una mano favoreciendo su proceso de desarrollo personal y social.

            Nos queda mucha tela que cortar para abrir las manos a la acogida;
            pero si hoy ya nos atrevemos a meter las manos en la masa social
            iremos por buen camino. 

Desde tu fe cristiana

¿qué te sugiere meter las manos
en la masa de la ACOGIDA?

Cuéntalo en: florentinoescribano@yahoo.es

Hasta la próxima semana.

TINO ESCRIBANO RUIZ

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