INTRODUCCIÓN.
Quisiera defender a los 215 millones de niños
obligados a trabajar. A los 4000 que mueren al día por beber agua contaminada.
A los 100 millones que no tienen posibilidad de ir a la escuela. A los 250
millones que sufren malaria simplemente por no tener mosquiteras. A los miles
de niños que desaparecen cada día para traficar con ellos y que nadie reclama ya
que no constan en ningún registro.
En estos
artículos habrá una foto de una puerta
antigua y siempre cerrada. Será el símbolo
de mentalidades anquilosadas que no se han abierto al progreso de la dignidad humana. Son puertas que hay que abrir para que
lleguen los derechos a esos millones de niños. Cada semana destacaré uno de los
10 más importantes. Vuestra reflexión,
vuestra denuncia y vuestra acción solidaria harán posible la apertura.
Han pasado
solamente 25 años, desde que se
público la Convención de los Derechos de los Niños el 20 de Noviembre de 1989. Los
191 países que la firmaron se
comprometieron a financiar proyectos de
desarrollo. España la firmó en Enero de
1990. 25 años son pocos para ver sus
frutos; sin embargo esta declaración, como dijo el astronauta en la luna: es un pequeño paso para el hombre, pero es un
gran paso para la humanidad.
Tenemos un curso por delante. Propongo que cada cual promueva iniciativas en su pueblo, en las casas
culturales, en los ayuntamientos (marchas, maratones, juegos, cineforum,
canciones, exposiciones…; pero también como diócesis, en nuestras parroquias y
colegios. Algunos ya lo estamos haciendo y podemos ayudaros.
Por
desgracia no está en nuestras manos arreglar este gigantesco problema pero, al
menos intentaremos ABRIR LAS PUERTAS a
los diferentes derechos de los millones de niños más desprotegidos: educación,
salud, acogida, auxilio, identidad, protección, calidad de vida, integración,
grandes ideales…
Cada semana denunciaremos atrocidades, pero también
daremos, simbólicamente, la medalla de
oro a personas y entidades que oyen el grito de estos niños. Dios oyó el grito de dolor de su pueblo,
y contó con Moisés para liberarlo. Hoy Dios sigue oyendo el grito de dolor de los
niños.
Hoy, TÚ ERES SU VOZ y puedes liberarlos, haciendo oír a otras
personas, lo que esos niños nos están gritando.
Escríbelos
con tus palabras a:
tinoescribanocc@gmail.com
¡Hasta la
próxima semana!
Tino
Escribano Ruiz
¡Ojalá que podamos decir algún día que pusimos ese granito de arena para hacer que los derechos de los niños y las niñas se cumplieran siempre!
ResponderEliminarPorque en ocasiones, dejar de hacer algo bueno, es tan malo como hacer el mal.
Si nos sentimos indiferentes ante los abusos, si miramos hacia otro lado ante las injusticias, somos cómplices.
¡Gracias por esta iniciativa! Y por estas puertas. Con la esperanza de que se vayan abriendo.
Me uno con todas mis fuerzas a este proyecto de los niños. También apoyo lo que ha escrito Concha. Tenemos que unir más voces por esta causa.Es vergonzoso que todavía haya millones de niños en circunstancias tan penosa. VAMOS A DESPERTARNOS.
ResponderEliminarQue no nos quedemos sentados, viendolas venir.
ResponderEliminarEntremos en acción.
Si la masa se mueve hacia el cariño y el amor a los niños/as, estaremos en el camino de Jesús.
¡Adelante!
Gracias.
Vamooooos.Esto no ha hecho más que empezas.Con gotas de agua se hace un mar y aquí hay torrentes de agua viva. Cuenta conmigo.
ResponderEliminarM.M.LUENGO.