MANOS PARA DAR VIDA
-EL PULGAR: pongo
hacia arriba el dedo pulgar para
destacar a todas las personas e instituciones de nuestras parroquias porque con
su quehacer diario de vida callada,
sencilla pero profunda, son las manos de
Jesús que se extienden para “levantar da la basura al pobre y sentarlo con
los príncipes, los príncipes de su pueblo”
Eliminamos el gesto
del dedo pulgar hacia abajo porque si todos vivimos la fe con las manos en
la masa social no habrá motivos para repulsas.
-EL ÍNDICE: no
señalamos hoy lo negativo sino lo positivo de tantas personas porque nuestra meta
está en formar el mundo nuevo al estilo del Evangelio y por eso señalamos con
el índice a Jesús, que nos muestra el camino, la verdad y la vida.
-EL CORAZÓN: los
grupos sinodales han trabajado el cuadernillo 2 poniendo en los debates toda la
reflexión, el alma y todo el corazón ante tanta problemática social que nos
desborda. Todos salimos reforzados porque hemos abierto un espacio mayor para acoger
en el corazón el grito de dolor de los más pobres en sus diferentes
modalidades. La experiencia de los grupos
sinodales nos hace crecer en la fe con el espíritu de poner en común los
bienes como hicieron los primeros cristianos.
-EL ANULAR: ponemos
el anillo al reconocimiento de todas las personas y grupos que no han salido en
estas páginas pero que están ahí con las manos en la masa en la pastoral con
los presos de la cárcel, con las
asociaciones de Personas con Discapacidad de Coria y Comarca, con los emigrantes de Suma2 y refugiados, con
las mujeres de la calle, con los enfermos y vagabundos, en proyectos de cooperación
internacional, en los roperos y
comedores sociales… en definitiva con sus manos llenas de anillos sin que
se les caigan los anillos de las manos porque siempre están con el brillo de
quienes promueven la vida.
-EL MEÑIQUE: es verdad que queda
todavía mucho por hacer, muchas vidas pequeñas por promover, muchas
personas insignificantes a las que elevar
a la categoría de la dignidad que nunca deben perder. Quedan muchos
hermanos pequeños, débiles e indefensos por proteger y defender. En ello estamos y seguiremos con las manos
en la masa social dando pequeños pasos pero siempre al estilo de quien
sigue las huellas del Evangelio que nos marcó el Señor.
Yo termino esta serie de artículos. Si estas reflexiones te
han servido para descubrir la dimensión
social de la fe cristiana junto a tu comunidad, me doy por satisfecho. El
resto es cosa tuya para que tus manos
sigan dando vida metiéndote en el corazón de las masas.
Gracias por seguir cada semana esta columna.
TINO ESCRIBANO RUIZ
Gracias
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminar