LA PIQUETA
-UTILIDADES: Es una herramienta asociada con la
albañilería. Tiene cabeza de martillo y la otra como la de un pico. Sirve
para derrumbar la parte estropeada y para preparar el espacio para
construir lo nuevo. Hay piquetas con múltiples funciones. En el montañismo se
utiliza para dar seguridad y agarre a toda la cordada en
momentos de peligro.
Valga la función de esta herramienta para recordar que la
misión de los laicos cristianos es como la de los profetas de la
Biblia enviados para derrumbar y construir.
-LA AVERÍA: Cuando un edificio, o un asunto, se
deteriora se suele decir que hay que “meter la piqueta” para sanearlo. El
papa Francisco ve una avería en el “clericalismo”, es decir
esa forma de pensar y actuar, tanto de curas como de laicos piadosos,
que genera dependencia y sumisión porque... “anula la
personalidad de los cristianos y disminuye y desvaloriza la gracia
bautismal que el Espíritu Santo puso en el corazón de nuestra gente”... “Coarta
iniciativas, esfuerzos y hasta osadías necesarias para llevar el
Evangelio a los ámbitos del quehacer social y político, apaga el fuego profético
que la iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de los
pueblos. El clericalismo se olvida de que la
visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el
Pueblo de Dios (cfr. LG 9-14) y no solo a unos pocos elegidos e
iluminados. (Carta del papa al Presidente de la Pontificia Comisión
para América Latina)
-EL ARREGLO: Los laicos cristianos de hoy tienen
que atreverse a “meter la piqueta” para sanear,
derribando y construyendo. Hace falta estudio y acompañamiento de
proyectos individuales y comunitarios para construir nuevas formas de presencia
cristiana en el mundo. Y sobre todo hay que ir en equipo porque
se necesita no solo la piqueta para derrumbar sino de otras
herramientas para arreglar lo deteriorado.
-SOLUCIONES TÉCNICAS:
La tarea de los laicos cristianos está en realizar su
función peculiaridad en el mundo. Ya el escritor Antonio Machado decía: Que
la piqueta arruine, y el látigo flagele; la fragua ablande el hierro,
la lima pula y desgaste, y que el buril burile, y que el cincel cincele, la
espada punce y hienda y el gran martillo aplaste.
Son simples metáforas literarias que valen para
ayudarnos a encontrar nuestra manera peculiar de ser laicos cristianos en la
vida.
¿Dónde necesitamos “meter
la piqueta” para preparar
al laico cristiano en
el nuevo contexto social?
Envía tus
aportaciones a florentinoescribano@yahoo.es
Hasta la próxima
semana
Tino Escribano Ruiz
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