Tic-tac-tic-tac…
Riiiiinnngggg…
Es la UNA: El
reloj señala la hora de despertar la responsabilidad
de los cofrades para hacer de la piedad popular (novenas,
procesiones, tradiciones, gestos…) un “lugar teológico” de evangelización que promueva un sentido humanizador de la vida.
Son las DOS: es
la hora de despertar la actividad del
cofrade como expresión de fe espontanea que sea generadora de formas de afrontar la vida como experiencia de fe en situaciones
diferentes.
Son las TRES: la
hora de despertar la ternura de los cofrades
para sentirse con la conciencia más
tranquila porque es consciente
de que se está más cerca de Dios en
la medida en que se está más cerca del prójimo.
Son las CUATRO. Es
la hora de despertar la sencillez y
humildad de los cofrades para que
las manifestaciones religiosas
reflejen una sed de Dios que solamente
los pobres y sencillos pueden conocer cuando va acompañada de generosidad y
sacrificio hasta el heroísmo como verdadera espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos. (E.G)
Son las CINCO: la
hora de despertar los 5 sentidos de los cofrades para que, siguiendo los
rasgos devocionales que expresan a sus
imágenes, activen la capacidad emprendedora para el compromiso apostólico con los
necesitados, enfermos,
discapacitados, marginados, inmigrantes, mujeres maltratadas, personas sin
hogar, reclusos…
Son las SEIS. La
hora de despertar la voluntad de los cofrades para que su presencia en
las parroquias impulse la generación de nuevas formas organizativas y
de participación acordes con los tiempos y al servicio del proyecto pastoral
común.
Son las SIETE. La
hora de despertar la innovación del cofrade
que con su estilo propio da testimonio de
la fe recibida y la enriquece con nuevas expresiones en un proceso de transmisión de la fe de manera siempre nueva. ¿Qué
huellas vamos a dejar a los cristianos del futuro si se prioriza reproducir las
expresiones religiosas del pasado?
Son las OCHO. El
reloj de la torre de la iglesia señala la hora de despertar a la comunidad cristiana donde hay cofrades
que compaginan, la piedad popular de sus
imágenes con la participación en las
celebraciones litúrgicas, la vida sacramental, la implicación en las áreas pastorales
parroquiales, la formación, la pastoral diocesana, la coherencia de fe y vida… adquiriendo
una nueva mentalidad capaz de intervenir
en la nueva etapa evangelizadora con
nuevas expresiones religiosas significativas
para las comunidades cristianas del futuro.
Ocho horas para dormir. Ocho horas para despertar;
y el resto de horas,
para vivir.
¡LEVÁNTATE! VIVE el Sínodo y PARTICIPA como COFRADE
con las
características más coherentes de la
piedad popular.
Tú puedes ser el
despertador de los cofrades que necesitamos.
¿A qué hora pondrás hoy, el despertador del cofrade?
Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
¡Hasta la próxima
semana!
Tino Escribano Ruiz
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