Me vestí de color
verde, buscando la amistad que llena de
esperanza para mantener las ganas de
vivir.
Me vestí de color
amarillo, buscando una amistad llena
de luz que me guiara por el camino por donde se da brillo a la vida.
Me vestí de color naranja buscando una amistad con coraje y con virtud para
afrontar con energía las pruebas de la vida.
Me vestí de color rojo
buscando la amistad que acompaña en los
peligros, dispuesta a la entrega sin más miramientos que ofrecer pasión por la vida.
Me vestí de color
gris buscando la amistad que me enseñara a estar en silencio, olvidando de mi vida los peores contratiempos.
Me vestí de color
violeta buscando la amistad en la
autoridad y en las leyes, pero con paciencia y penitencia, con la actitud
de quien prepara la espera con exquisito
esfuerzo.
Me vestí de color negro buscando la amistad que me
mostrara mi lado más oscuro,
diciéndome las verdades, aunque fuese muy duro.
Me vestí de color blanco
buscando la amistad del corazón más
sincero, para compartir la paz y la
fiesta sin poner ningún precio.
Me vestí de color
azul, como el color del cielo, buscando la amistad que permanece en el más allá donde alguien me espera para
la eternidad.
Me acerqué a una comunidad cristiana y me encontré
con la amistad de Jesús que vestía un
armonioso arco iris de brillantes colores, donde se juntaban todas las características
armoniosas de cada uno de ellos.
En el corazón de la comunidad, se destaca
un libro con páginas de diferentes colores repleto de matices. El libro recoge
las orientaciones para pintar un nuevo mundo donde todos puedan tener acceso a
vestirse con los colores de la amistad.
¿Desde dónde te sitúas?
Puedes enviar tus reflexiones a esta dirección:
Tino Escribano Ruiz
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarLo de los colores me parece una buena fórmula para explicar los estados de ánimo.
La fe cristiana es un arco iris de colores que da belleza a toda la vida.
Gracias, Tino, por tu ayud,
Juan Ma.
Me alegra saber que te ha dado ánimo a tu vida.
EliminarEste pasaje es precioso, en ella nos indica los dones de una verdadera amistad, con la cual se forma un bello arcoiris y que solo uno es capaz de reunirl todos los colores y no te falla, él es JESÚS.
ResponderEliminarAda Vega
Con las ventanas de Tino estoy observando que cada vez capto mejor el mensaje que quiere darnos,la pena es que no haya mas afluencia de opiniones para poder comparar unas con otras.Yo lo voy entendiendo poquito a poco desde la primera ,que no entendia nada ,hasta ahora,que tampoco es que vayan muchas,pero ya me voy dando cuenta hacia donde quiere que miremos.Todo va dirigido,creo yo,a lo mismo,a nuestra fe en JESUS,en que por muchas ventanas o puertas o incluso portalones que se abran,si no ves la luz que entra por ellas,esa luz en la que se refleja la mirada de JESUS ,es como si estuvieras de noche en un callejon y por muchas puertas que abras no va a entrar la luz porque no miras ni lunas ni estrellas.JESUS es nuestra fuerza,nuestro vivir en armonia,con alegria y con pesares pero siempre confiando en EL,que es la ventana que tenemos que tener siempre abierta para que su luz nos invada hasta lo mas profundo del corazon.
ResponderEliminarFlori Hernandez
Hola:
ResponderEliminarDesde mi montaña de arena.
Tus ideas me hacen reflexionar, pero me gustría que te mojaras más.
Creo que eres un pastor y dirigidor muy importante y que te dá un poco de "miedo", salir al ruedo.
Piensalo, desde mi ventana, puedes hacernos cavilar, reflexionar, ver, admirar a un Dios de amor y de humildad.
Te espero...
Yo,cada mañana me visto con el color de la luz, pues es el que me hace ver mi vida por dentro y me ayuda a corregir mis errores. A. Mellado
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